Como en todo, hay que empezar por el principio y, en este caso, es saber qué existe sobre mis conferencias en el archivo.
El Archivo de Pinto mi Raya es un archivo silvestre. No comenzó ordenado y clasificado, sino como los documentos personales y profesionales de Víctor Lerma y los míos en lo individual y luego los de nuestros proyectos conjuntos. Posteriormente, a principios de los años noventa, empezamos a plantear el archivo como proyecto artístico y surgen propuestas como Raya: crítica, crónica y debate en las artes visuales que nos llevó a reunir más de 40,000 textos de opinión y 200,000 noticias y entrevistas de los principales diarios mexicanos. Sin embargo, todo el material sobre conferencias, a partir del cuál está planteado el actual proyecto, es parte del archivo silvestre.
En primer lugar, había que definir más o menos en cuantas conferencias, mesas redondas, conversatorios y conferencias performanceadas he participado, así como cuales de mis obras han estado basadas en conferencias o éstas han sido un fuerte componente.
Afortunadamente he sido más o menos cuidadosa de apuntar en mi currículum mis actividades, por lo que, con la ayuda de Tonantzin Arreola, en un primer chapuzón en los materiales calculamos que tenemos registradas como seiscientas.
Por otro lado, dado que las primeras conferencias fueron con diapositivas, también empezamos a ver cuántas hay y de qué son. Éstas, así como guiones de conferencias, correspondencia, invitaciones y otros documentos serán digitalizados y clasificados. Calculo que son como cinco mil diapositivas y aún no tengo la menor idea de cuántos documentos tenemos porque algunos son físicos y otros digitales. Esa parte del proyecto la estoy trabajando con Brenda Hernández Novoa y con Yuruen Lerma.
Hasta aquí todo está más o menos tranquilo. El siguiente paso es tratar de reconstruir algunas de las primeras conferencias. Un par de ellas tienen guiones, lo cual ayuda, pero en la mayoría solo nos guían los numeritos en colores en las esquinas de cada diapositiva, que es con lo que las identificaba, pero hay que tomar en cuenta que muchas veces una misma diapositiva tiene varios numeritos en diferentes colores. Como casi ninguna diapositiva tiene datos de autoría, fecha, título, etc., tendremos que basarnos en la memoria o en las pistas que nos den algunos documentos para saber de qué son.
Mónica Mayer, abril, 2023
