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ANA VICTORIA JIMÉNEZ: DOCUMENACIÓN DE UNA VISITA PERFORMÁTICA
El 28 de febrero de 2024 realicé un recorrido performático de la exposición Poéticas feministas: Ana Victoria Jiménez/Alicia D’Amico en el Museo de Arte Moderno de CDMX. Yo lo llamo Mi amiga Ana Victoria.
La muestra fue curada por mis queridas Karen Cordero y María Laura Rosa, historiadoras del arte y curadoras feminista, cuyo trabajo de investigación y difusión de las artistas ha sido tan fuerte como sus aportaciones teóricas al tema. Esta exposición no fue la excepción y presentaron la obra de Jiménez (México) y D’Amico (Argentina), fotógrafas que, entre otras cosas, documentaron los movimientos feministas en sus países en las décadas de los años setenta y ochenta del siglo pasado.
Pensando en el proyecto que realizo actualmente, titulado Hablando se entiende la gente. Interviniendo el archivo de Pinto mi Raya a partir del texto, la imagen y la palabra, decidí hacer un recorrido de la exposición basado en los materiales de archivo que comparten en nuestro archivo y el de Ana Victoria, lo cual no es extraño porque nuestra amistad y múltiples complicidades en proyectos de arte feminista datan de 1976. En este evento, después de la presentación de Karen, caminé por su obra para recordar y honrar nuestra una larga amistad. Lo único triste es que Ana Victoria hoy vive en un asilo de ancianos y no pudo asistir ni a la inauguración de la muestra, ni a mi recorrido. Le está llegando el reconocimiento que merece cuando ya no lo puede disfrutar. Se imaginarán que todo esto hacía que esa noche tuviera los sentimientos a flor de piel.
Empecé con mi delantal que dice Yo soy fuente primaria, que uso en mis performances, pero inmediatamente me bajé el peto, anunciando que simplemente les iba a hablar de mi amiga Ana Victoria, mi prima.
Expliqué que nos decimos “prima” porque alguna vez, platicando con su hijo Ramón cuando era niño, descubrimos que su papá, el exesposo de Ana Victoria era sobrino de exesposa de un tío de Víctor y desde entonces nos asumimos como familia. Pero, sin duda alguna, Ana Victoria ha sido esa prima mayor, que te apoya, te guía y es tu cómplice.
A lo largo del recorrido fui sacando de una pequeña libreta una serie de papelitos con lo que diría en cada parada. Eran mi acordeón por si la memoria me fallaba. Al terminar de leer cada uno los hacía bolita y los tiraba al suelo.
Les comparto estas distintas paradas.
1.- Conocí a AVJ en 1976, cuando ingresé al feminismo. Ella participaba en el Movimiento Nacional de Mujeres y yo en el Movimiento de Liberación de la Mujer. Ambos formaban la Coalición de Mujeres Feministas.
2.- Empecé a tratarla cuando me metí a colaborar en Cihuat. Voz de la Coalición de Mujeres, un periodiquito sobre nuestras actividades. Ella se encargaba de todo. Con ella fui aprendiendo de qué se trataba el feminismo, especialmente ese feminismo de izquierda que estaba en contacto con lo que sucedía en Rusia, Cuba y principalmente Nicaragua ya que su cuñado fue Víctor Manuel Tirado López, era parte del Frente Sandinista de Liberación Nacional). Por cierto, durante muchos años tuvimos la costumbre de ir ella, Karen, Julia Antivilo y yo a comer con ella en su cumpleaños en un restaurante ruso, en donde disfrutaba su arenque y siempre, absolutamente siempre, su vodka.
3.- Ana Victoria me recomendó que leyera a Benita Galeana. En algún momento yo estaba tomando clases de tapiz la invité a ella y a otras amigas a juntarnos a hacer tapices en casa de mi mamá. Más adelante, me invitó a participar en algunas de las publicaciones que ella editaba.
4.- A la primera manifestación que fui con Ana Victoria. Ella la documentó. Ahí conoció a mi mamá que me acompaño a la marcha porque era una época de mucha represión y tenía miedo. Se hicieron grandes amigas. Ana Victoria era cuata de mi mamá que tenía19 años más que ella y mía, que soy 13 años menor que ella. AVJ iba seguido a comer a casa de mi mamá.
5.- Muchos años después, haciendo un proyecto que se llamó de De Archivos y Redes, hice una pieza llamada Visita al Archivo de Ana Victoria Jiménez, de la que salieron dos productos: Maternidades Secuestradas, basada en una foto de aquella manifestación en 1977 y Archiva. Obras maestras del arte feminista en México. También realicé una intervención en el Museo de la Mujer que incluyó una exposición en la que contrapuse fotos del archivo de Ana Victoria con fotografías de Yuruen Lerma de La Protesta del Día Después, que fue parte de Maternidades Secuestradas e hice una intervención de diversos materiales al Centro de Documentación Clementina Díaz y de Ovando, incluyendo la donación del expediente Archiva: obras maestras del arte feminista en México.
6.- En algún momento entre 1976 y 78, entré al colectivo Cinemujer de Rosa Marta Fernández. Seguramente fue porque me dijo AVJ que ella se iba a meter y me le pegué. Ahí me tocó trabajar en la parte de investigación de Rompiendo el Silencio, la película sobre violación. Recuerdo un fin de semana que nos fuimos a Tlayacapan a trabajar el guion. Yo era tan tímida, que le decía lo que pensaba a AVJ para que ella lo compartiera. En esa época convivimos mucho con ella, su pequeño hijo Ramón y su famosa VW safari amarilla. Por cierto, ahora hay un chulísimo documental sobre Cinemujer dirigido por Andrea Gautier y Tabatta Salinas Caballero.
7.- Después me fui a estudiar al Woman’s Building, pero seguimos trabajando a distancia en proyectos como La Corona (performance/manifestación para una marcha sobre la maternidad en la que trabajó con mi mamá. En Traducciones: un diálogo Internacional de Mujeres Artistas, organizando todo el viaje con mis compañeras del WB en CDMX y Oaxaca.
8.- A mi regreso a México a principios de los 80, Ana Victoria se integró al taller de arte feminista que impartí en la Academia de San Carlos. Ahí también conocí a Karen Cordero. A partir de este taller surge el grupo Tlacuilas y Retrateras más o menos en las mismas fechas que Polvo de Galllina Negra. Es más, la primera salida pública de ambos grupos es durante una manifestación feminista en 1983.
9.- Aquí y allá en mi archivo hay fotos de manifestaciones a las que ambas fuimos a lo largo de los años.
10.- Tlacuilas y Retrateras culminó con un gran evento que se llamó La Fiesta de XV Años. AVJ ya había trabajado el tema y fue parte fundamental de la investigación que llevó al guion del evento.
11.- Creo que el siguiente gran proyecto que emprendimos juntas fueron mis libros Rosa chillante: mujeres y performance en México, hace 20 años y Escandalario: los artistas y la distribución del arte, de 2006. Eso nos permitió trabajar de manera muy cercana durante varios años. En esos años algunas artistas e investigadoras, como Gladys Villegas y Araceli Barbosa empezaron a acercarse a nuestros archivos. Si venían al mío, los mandaba luego con ella y viceversa. Así conocimos a Julia Antivilo.
12.- Compartíamos la vida. Ana Victoria estuvo en mi boda con Víctor en 1980, siempre estaba invitada a cualquier fiesta familiar en mi casa, Nosotros fuimos a la boda de su hijo Ramón. Desafortunadamente no nos enteramos cuando murió y no la pudimos acompañar en ese durísimo golpe. Me llamó como un mes después, sorprendida de que no le hubiera llamado y yo no sabía dónde meterme de la vergüenza.
13.- Recuerdo bien la época en la que AVJ estaba muy clavada en el tema de la vejez, organizando seminarios y talleres. Nunca pude ir a uno, pero recuerdo que me decía que el día que se quedara sin trabajo, siendo freelance, se tendría que morir porque no tenía recursos para mantenerse.
14.Como en 2009, 2010, Ana Victoria nos platicó a Karen y a mí que había tratado de donar su archivo al entonces CIEG de la UNAM y a estudios del a mujer de la UAM y que no lo habían querido. Entonces formamos un grupo que se llamó Mémora, con Deborah Dorotinsky, Julia Antivilo, Paz Sastré y no me acuerdo quién más y empezamos a trazar diversas estrategias para que acabara en buen lugar. Recuerdo una conferencia que dimos AVJ, Karen y yo llamada LOS ARCHIVOS DE GÉNERO, ARTE Y MILITANCIA EN MÉXICO: REALIDADES Y UTOPÍAS, el 8 de marzo de 2010 en el Centro Cultural España. A través de Mémora y de la insistencia de Karen, se logró que quedara en la Biblioteca Francisco Clavigero de la Universidad Iberoamericana. Para marcar la donación, organizamos una exposición llamada Mujeres ¿y qué más?, curada por las alumnas de Karen, con obra de las participantes en mi Taller de Arte y Género, toda en torno a los materiales en el archivo de Ana Victoria. Por cierto, el archivo recién acaba de ser nombrado Memoria Documental de México, dentro del programa Memoria del Mundo de la UNESCO.
15. Quizá lo último que hicimos juntas fue cuando organizamos fue el en septiembre de 2016, cuando entre varias amigas organizamos el primer reconocimiento al Archivo Feminista, y se le otorgó al Archivo Ana Victoria Jiménez.
Al terminar el recorrido, y después de responder preguntas, algunas personas que habían recogido los pedacitos de papel se acercaron a mi para que se los firmara. Sin embargo, una joven escribió uno de sus propios recuerdos y me lo regaló.
Fotos durante el recorrido: Yuruen Lerma
Mónica Mayer, octubre 2024